Madre

... Poco a poco, al compás de la luz que venía a nuestros ojos íbamos viendo la claridad de las cosas, distinguiendo las figuras, descubriendo los colores y, seguro estoy, la primera imagen después de ver y saber de la nitidez, era la de la madre, tan cerca, tan clara, tan sensible a todo lo que nuestros ojos miraban...

...Benditas madres que así nos colman de mimos y amores, que no cejan en un constante velar por nosotros. No conozco ninguna entrega más desinteresada... recuerdo aquellos versos de Machado: “Hijo, para descansar es necesario dormir/ no pensar/ no sentir/ no soñar/ Madre, para descansar morir”

28. 04. 2010
(Extracto del Libro "Mientras arde una cerilla" de Pepe Catalá)

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